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La noche se presentaba interesante y sin descanso. Una vez cenamos nos dirigimos a realizar alguna fotografía nocturna cerca del Lago. Un tiempo después
unos compañeros nosrecomendaron acudir a una casa donde podrían quedar bien algunas fotos.
En mi caso me pareció muy interesante, y además es la primera foto que hago de este tipo.
Era la típica "casa del miedo", con las puertas entreabiertas, columpios misteriosos por las cercanías. Si faltaba algo, incluso se oyó algo extraño en las cercanías, cosa que nos sobrecogió a unos cuantos.
Mucho tiene que gustarle a la gente todo esto, pues alguna se hizo más de 1000 kilómetros entre ida y vuelta para acudir a Sanabria ese fin de semana.
El lugar era sobrecogedor, no tanto por el resultado de la foto sino por el "cómo se hizo", con los ayudantes a metidos con un flash en la habitación "morada" y aguantando a oscuras casi
2 minutos. O la persona que iluminaba, y cada poco se movía a oscuras con cuidado de no dar un tropezón.
El viento no paraba, y la lluvia intermitente tampoco.
Después de un rato era hora de volver, pues al día siguiente debíamos emprender un largo viaje de vuelta.
domingo, 24 de noviembre de 2013
Noche de miedo
sábado, 23 de noviembre de 2013
El árbol solitario de Sanabria
Qué bien se estaba cenando caldo sanabrés en Galende. Allí, en buena compañía, pasamos un buen rato hablando (cómo no) de fotografía.
Aunque la gente estaba a gusto, se notaba que muchos de nosotros teníamos ganas de salir a hacer alguna foto por la noche.
Es cierto que algunos se quedaron a descansar, pero otros nos fuimos hasta Ribadelago a realizar alguna foto nocturna.
Una vez llegamos allí, salimos del coche y fuimos a la orilla del Tera.
Aunque al principio parecía que el cielo estaba nublado, rápidamente se fue despejando. Es un auténtico privilegio poder contemplar ese cielo estrellado al lado del Lago
de Sanabria. No importa las fotos que se hagan, con estar allí esa noche era suficiente.
La cantidad de estrellas que se vieron fue impresionante. Incluso era difícil entre tantas distinguir la Osa Mayor o encontrar la Estrella Polar.
Vimos un árbol "solitario", y Adrián nos dio unas sugerencias para tratar de sacar una foto con el cielo estrellado.
Aunque yo no tenía ni idea me gustó la explicación que nos dio y la ayuda del resto de compañeros que estábamos por allí. A oscuras, las cámaras empezaron a captar luz.
Mientras tanto y a oscuras, el "pintor de luz" se movía de allá para acá iluminando a ratos el árbol. La magia de estas fotos es que hasta que no terminas, no sabes cómo quedará la foto, y siempre
es una sorpresa.
El resultado, sin ser una gran foto, sí me gustó. Sobre todo por recordar el cielo estrellado de esa noche en Sanabria.
Tan cerca del Lago de Sanabria, uno recuerda muchas cosas contemplando esas estrellas.
Es imposible no abstraerse y recordar las viejas fotos en blanco y negro que fotógrafos como Ángel Quintas hicieron aquel Enero de 1959 para que el resto del mundo supiera lo que había pasado en Ribadelago.
Cosas como esa nunca debieron haber pasado. ¿ Merece la pena construir estas cosas con el peligro que suponen para los vecinos de un tranquilo pueblo como este ?
Os invito a que cerréis los ojos unos instantes y os imaginéis allí, al lado del Lago de Sanabria, contemplando las estrellas.
viernes, 22 de noviembre de 2013
25" del Río Cárdena
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Allí llegamos después de una tarde por el final del Cañón del Tera.
Ya estaba anocheciendo, cuando nos desviamos por el camino que nos llevó hasta el Río Cárdena, que como podéis ver en la foto bajaba con mucho caudal.
Por aquí se puede realizar la ruta que sube hasta el embalse de Cárdena. Desde allí hay unas vistas privilegiadas del Lago de Sanabria.
Allí paramos al lado del río, y con un trípode no muy bueno pero útil pues no pesa mucho, pude dejar la cámara muy cerca del Río Cárdena (con miedo de que se cayese al agua), y dejé el obturador abierto 25 segundos para capturar para siempre esta estampa de Sanabria. Nos esperaba una noche llena de sorpresas...Pero esa será otra historia. Manteneos atentos.
martes, 19 de noviembre de 2013
El Río Tera al final del Cañón
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Era una tarde un tanto desapacible, aunque típicamente otoñal (lluvia intermitente, nubes, etc...).
Acudimos de nuevo al pueblo para dar un paseo por el cañón y aprovechar para ver cómo estaba la zona y hacer alguna fotografía.
Cuando comienza uno a caminar por el cañón, es necesario fijarse en los detalles y sobre todo conocer la historia del lugar.
Esa historia que nos cuenta el origen glaciar del entorno del Lago de Sanabria, con una de las lenguas del glaciar bajando desde Peña Trevinca por todo el Cañón del Tera.
Allí se pueden identificar perfectamente las características de los valles de origen glaciar, con numerosas rocas gigantescas que el glaciar no pudo empujar más abajo.
En este lugar un geólogo disfrutaría viendo un paisaje de origen glaciar "de libro".
En la foto vemos el Río Tera, que nace en las cercanías de Peña Trevinca. El agua no deja de fluir, igual que las personas (difuminadas en la parte superior izquierda
de la fotografía) que a lo largo del tiempo han pasado por aquí.
El tiempo no para, y por este lugar hoy día pasan muchas personas que realizan alguna ruta de senderismo y disfrutan de la Naturaleza.
Pero no podemos dejar de pensar en ese origen glaciar del que hablaba, y que evolucionó en el paisaje que tenemos hoy. Pero al fin y al cabo se seguía el curso de la Naturaleza.
Si uno conoce la historia de este lugar, no dejan de ponersele en ocasiones los pelos de punta cuando piensa en la Presa Rota (embalse de Vega de Tera) que está unos kilómetros más arriba, y que
el 9 de Enero de 1959 se rompió. Una cantidad gigantesca de agua bajo por el Cañón del Tera, llevándose por delante la vida de 144 vecinos de Ribadelago.
¿ Merecen la pena estos supuestos avances de la humanidad ?
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Dedicado a las 144 personas que murieron el 9 de Enero de 1959 en la Tragedia de Ribadelago.
jueves, 14 de noviembre de 2013
El bosque mágico
DONA TU FOTO >>> Hay ocasiones en las que cuando llegas a un sitio uno sabe que tiene algo que lo convierte en especial. Aunque la previsión del tiempo daba un poco de lluvia, al final se quedó un día bastante bueno.
Cuando dejamos el coche, alguno de nosotros pensaba que sería poco más que un paseo por un simple camino. Poco a poco comenzamos a ir cerca del río / arroyo que teníamos
al lado del camino. Parece una ruta normal, y nada hace presagiar lo que se nos viene encima.
Poco después comenzamos una pequeña ascensión, entre un bosque de pinos. Allí, y debido a la altura de estos árboles, lo delgado de los troncos y al viento, se veía
cómo los pinos se "doblaban" y daba un poco de miedo, pues cerca se veían algunos que se había caído por la fuerza del viento.
Comenzamos a descender del pinar, y al fondo del valle empezamos a ver una "oscuridad" que no era más que la antesala del verdadero tesoro que nos esperaba.
Allí llegamos al magnífico hayedo, uno de los más bonitos que he podido visitar. Además es un auténtico privilegio poder visitarlo en Otoño, con las hayas en su color, y
las cascadas cada poco tiempo surgiendo aquí y allá. Hay que estar muy atento al camino, pues en bastantes ocasiones hay que saltar el río, y hay que ir con mucha precaución.
Es cuando se disfruta realmente, caminando tranquilamente por ese bosque de hayas, observando otros árboles como algún acebo que parece un poco despistado entre el hayedo.
Allí nos podríamos pasar horas y horas contemplando y disfrutando de la naturaleza. También nos acordamos de la gente que se quedaron con ganas pero al final no pudieron venir a esta excursión
Paramos un poco para comer - cómo no - al lado de un haya y al lado del arroyo.
El suelo estaba totalmente cubierto de hojas de haya, aumentando si cabe la belleza del lugar. Poco a poco el tiempo va pasando, y es necesario tener en cuenta la hora de vuelta, por lo que
con un poco de pena por dejar ese magnífico bosque vamos emprendiendo el camino de vuelta. Cada poco volvemos la vista atrás, como no queriendo despedirnos del hayedo.
Al final, llegamos a nuestro destino, y volvemos a la otra "realidad".
Es muy importante que nos conciencemos de proteger lugares como este. Permitidme que en esta ocasión no os diga dónde está exactamente este lugar tan mágico, y al que tendremos que volver.
domingo, 10 de noviembre de 2013
martes, 5 de noviembre de 2013
Atardecer otoñal
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La luz del atardecer ilumina esta seta en Sanabria.
