DONA TU FOTO >>> Hay ocasiones en las que cuando llegas a un sitio uno sabe que tiene algo que lo convierte en especial. Aunque la previsión del tiempo daba un poco de lluvia, al final se quedó un día bastante bueno.
Cuando dejamos el coche, alguno de nosotros pensaba que sería poco más que un paseo por un simple camino. Poco a poco comenzamos a ir cerca del río / arroyo que teníamos
al lado del camino. Parece una ruta normal, y nada hace presagiar lo que se nos viene encima.
Poco después comenzamos una pequeña ascensión, entre un bosque de pinos. Allí, y debido a la altura de estos árboles, lo delgado de los troncos y al viento, se veía
cómo los pinos se "doblaban" y daba un poco de miedo, pues cerca se veían algunos que se había caído por la fuerza del viento.
Comenzamos a descender del pinar, y al fondo del valle empezamos a ver una "oscuridad" que no era más que la antesala del verdadero tesoro que nos esperaba.
Allí llegamos al magnífico hayedo, uno de los más bonitos que he podido visitar. Además es un auténtico privilegio poder visitarlo en Otoño, con las hayas en su color, y
las cascadas cada poco tiempo surgiendo aquí y allá. Hay que estar muy atento al camino, pues en bastantes ocasiones hay que saltar el río, y hay que ir con mucha precaución.
Es cuando se disfruta realmente, caminando tranquilamente por ese bosque de hayas, observando otros árboles como algún acebo que parece un poco despistado entre el hayedo.
Allí nos podríamos pasar horas y horas contemplando y disfrutando de la naturaleza. También nos acordamos de la gente que se quedaron con ganas pero al final no pudieron venir a esta excursión
Paramos un poco para comer - cómo no - al lado de un haya y al lado del arroyo.
El suelo estaba totalmente cubierto de hojas de haya, aumentando si cabe la belleza del lugar. Poco a poco el tiempo va pasando, y es necesario tener en cuenta la hora de vuelta, por lo que
con un poco de pena por dejar ese magnífico bosque vamos emprendiendo el camino de vuelta. Cada poco volvemos la vista atrás, como no queriendo despedirnos del hayedo.
Al final, llegamos a nuestro destino, y volvemos a la otra "realidad".
Es muy importante que nos conciencemos de proteger lugares como este. Permitidme que en esta ocasión no os diga dónde está exactamente este lugar tan mágico, y al que tendremos que volver.
jueves, 14 de noviembre de 2013
El bosque mágico
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